La detección precoz de la hipoacusia infantil junto con su diagnóstico y tratamiento temprano, son básicas para evitar o minimizar una serie de importantes alteraciones relacionadas con el desarrollo del lenguaje y pensamiento. Durante los primeros años de vida, la audición y el lenguaje están íntimamente ligados, de manera que el grado de pérdida auditiva y la afectación de las distintas frecuencias del espectro auditivo, influyen sobre la adquisición del lenguaje y su producción.
Además, la ausencia de audición crea dificultades psicoafectivas al aislar a los niños de su entorno, influyendo sobre su comportamiento y alterando su desarrollo.
En la actualidad, los métodos de detección precoz de la hipoacusia tienden a la instauración de programas de screening universal, es decir que lleguen a todos los recién nacidos, que se realizan durante los primeros días de vida y tienen la finalidad de determinar a aquellos lactantes no normoauditivos.
El diagnóstico del déficit auditivo, incluye la determinación de sus umbrales para las diferentes bandas frecuenciales en cada oído y la localización donde reside la lesión que genera la hipoacusia. Este diagnóstico es necesario para definir el apropiado tratamiento médico, el uso de apoyos tecnológicos y la planificación educativo-logopédica.
Protocolo de la detección precoz:
- En la primera fase, realizamos las OEA (otoemisiones acústicas), antes de salir de hospital. El requisito para descartar hipoacusia es la obtención de presencia de OEA en ambos oídos. De no ser así se repiten las OEA dos veces más a los 15 días y a los 3 meses. En caso de no superarlas entraría en una segunda fase.
- En la segunda fase, se realizan los potenciales en torno a los 3 meses de edad, y si no supera los 30dB, hay una alteración. (si el niño es por ejemplo, sietemesino, se le haría con la edad corregida).
En la detección tardía, se produce ante la presencia de signos, síntomas o actitudes que hacen sospechar la presencia de hipoacusia, como por ejemplo, reacciones anómalas al sonido, retraso o alteraciones en el desarrollo del lenguaje, rendimiento escolar bajo, etc…
Los objetivos de la valoración audiológica son:-Confirmar o descartar la existencia de hipoacusia.
-Determinar el tipo y grado.
-Proporcionar el diagnóstico.
-Evaluar la posibilidad de tratamiento médico o quirúrgico.
-Valorar la posibilidad de tratamiento audioprotésico.
-La valoración audiológica del niño siempre debe hacerse en función de su edad y sobre todo, de su edad madurativa.Otoemisiones Acústicas (OEA): informan de la funcionalidad mecánica de las células ciliadas externas. Las OEA se producen en el 98% de los normoyentes. Para llegar al conducto auditivo externo, deben desplazarse desde el oído interno, pasando por el oído medio y son transducidas como sonido en la membrana timpánica. Si el daño está “detrás” de la cóclea no se detecta el problema.
Potenciales Evocados Auditivos de Tronco Cerebral (PEATC): informan del paso del estímulo nervioso evocado por un estímulo sonoro a través del nervio auditivo. Son seguros y fiables cuando la madurez neural es adecuada (entre 3 y 6 meses). Aparecen como una multionda gráficamente. La onda V es la más constante y es la que se usa en audiometría automatizada. Son respuestas fiables y estables que no se modifican con la sedación. Precisa un grado de relajación alto.VALORACIÓN AUDITIVA TENIENDO EN CUENTA EL FACTOR EDAD
- DE 0 A 4 MESES DE EDAD: respuesta no condicionada al sonido. Audiometría de observación de la conducta. Respuestas reflejas o cambios de estado en respuesta a estímulos auditivos (BABY TEST). El bebé dormido o tranquilo, la sala en silencio y conocedores del ruido de fondo. Estímulo 15-20dB por encima del ambiente. Estimulación por medio de juguetes sonoros o audiómetros pediátricos. Colocado en la cabina inicialmente, se emiten tonos en campo libre y observamos las reacciones ante el sonido. Reflejos como; cambio de ritmo respiratorio, excitación nerviosa, interrupción respiratoria, aceleración respiratoria, “reflejo del moro” (movimiento violento de las extremidades superiores), reflejo cócleo- palpebral (contracción de los músculos orbiculares, cierre de los párpados, cierre y apertura con rapidez de párpados, contracción mayor si están cerrados), reflejo de succión y reflejo óculo-giro.
- DE 5 A 24 MESES DE EDAD: se realiza reflejo de orientación condicionada, audiometría por reflejo visual, SUZUKY, PEEP SHOW. En esta prueba precisamos umbrales, diferenciamos frecuencias y se basa en el sistema auditivo de forma primaria. La respuesta habitual a un sonido en el bebé es un giro de cabeza con el fin de localizar la fuente sonora. Se precisa de dos exploradores, uno que controla el estímulo y otro que se coloca delante para distraerlo y llamar su atención. Para poder realizar la prueba es preciso que el niño sea capaz de mantenerse recto en posición sentada y de girar la cabeza en el plano horizontal. Diferenciamos:
- SUZUKY (ROC) (REFLEJO DE ORIENTACIÓN CONDICIONADO) ENTRE 5-18 MESES: se trata de un test de respuesta condicionada al sonido bajo refuerzo visual. El niño permanecerá sentado y debe de estar alerta y tranquilo. La sala estará insonorizada y dispondrá de dos altavoces situados a cada lado del niño, en torno a un metro de distancia. Debajo de cada altavoz debe haber una caja con un juguete que sólo se iluminará haciéndolo visible cuando el niño al escuchar el estímulo sonoro nos indique correctamente el altavoz por el cual ha sonado el estímulo. El niño estará sentado encima de su mamá o papá. Se realizan dos ensayos, y se inicia la prueba. El estímulo acústico se presenta primero en campo libre, para condicionarlos, luego vibrador óseo y por último inserts o auriculares, ya que la tolerancia a éstos es menor.
- SUZUKY (REFUERZO VISUAL) ENTRE 6-24 MESES: es igual al ROC, pero con un solo altavoz y refuerzo visual. El objetivo es mantener o reforzar la respuesta. A través de un audiómetro se emite un tono y se enseña al niño que cuando lo oiga, gire la cabeza hacia un juguete que se ilumina o mueve.
- PEEP SHOW (AUDIOMETRÍA DE ACTUACIÓN) ENTRE 18 O 24 HASTA EN TORNO LOS 4 AÑOS: dado que a estas edades los niños pierden el interés por el refuerzo visual, el método PEEP SHOW consiste en el sentar al niño delante de una pantalla y mediante ensayos condicionarlo a accionar un pulsador cada vez que oiga un sonido. La coincidencia de ambos eventos tiene como consecuencia que el juguete eléctrico o la proyección de dibujos se ponga en funcionamiento durante unos instantes. Si el niño pulsa en ausencia de sonido o si aparece el sonido y no pulsa, la recompensa lúdica no se producirá. Se le llama también Audiometría Condicionada de Refuerzo Operante Visual. Una variante es la recompensa con palomitas, gominolas, etc.. y se le denomina Tangible.
- AUDIOMETRÍA CONDICIONADA POR JUEGO O LÚDICA ENTRE 25-48 MESES: determinamos el umbral de detección y discriminación de la palabra usando listas cerradas con test estandarizados y/o vocabulario receptivo del niño. Se basa en el condicionamiento mediante el juego. Implica la colaboración activa del niño quien debe llevar a cabo una tarea lúdica cada vez que se le presenta un estímulo acústico. Por ello debemos tener en cuenta los diferentes valores psicológicos que apreciemos como es el pensamiento y la atención. Trataremos de obtener la máxima información en el menor coste de tiempo posible, puesto que la repetición y el cansancio mental merman la seguridad de las pruebas.
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