Todos hemos oído alguna vez que escuchar música con un volumen muy alto puede producir hipoacusia o sordera. Aunque las consecuencias no sean siempre tan severas sí es cierto que escuchar la música alta daña el oído, sobre todo si nos ponemos auriculares.
En realidad no son los auriculares en sí los que producen sordera, si no el uso que les damos. Hay varios tipos de auriculares, los más comunes son los que se introducen en el oído y también son los más peligrosos. Es debido a que este tipo de auriculares no aíslan a la persona del ruido externo por lo que se tiende a subir el volumen para no oír el barullo del exterior. Por eso es recomendable usar el altavoz en vez de los cascos siempre que se pueda. Si aun así nos decidimos por usar cascos no debemos sobrepasar nunca el nivel medio de volumen y no debemos permanecer mucho tiempo con ellos.
Si nos acostumbramos a escuchar la música con un volumen alto podemos perder audición con el tiempo, incluso llegando a la sordera permanente porque estamos dañando el nervio auditivo dentro del oído. El problema principal es debido a que la pérdida auditiva es indolora y se va acumulando con el tiempo por lo que puede que no nos demos cuenta hasta que sea demasiado tarde. En realidad, escuchar la música alta con auriculares puede producir el mismo daño que el motor de un reactor o avión en pleno funcionamiento.
Si los daños en el nervio auditivo siguen acumulándose podemos incluso llegar a este extremo. Esto dependerá sobre todo de la frecuencia y durante cuánto tiempo estemos expuestos al sonido.
Recomendaciones para prevenir daños en el oído
1- Baja el volumen a mucho menos de la mitad. Podremos saber que utilizamos un volumen alto cuando la persona que está a nuestro lado puede oír la música que estamos escuchando.
2- Reduce el tiempo de escucha. A partir de un cuarto de hora al día a un volumen medio-alto ya se pueden producir daños en el oído. En general hay que limitar el tiempo en el que estamos expuestos a actividades ruidosas.
3- Si estás en un concierto o un sitio donde haya mucho ruido y no oyes a la persona que te está hablando evita que te grite en el oído para escucharla. Solo conseguirás dañarlos más.
4- Haz pausas cada 2 o 3 horas de los ambientes ruidosos. Ve a un sitio tranquilo y tómate un tiempo lejos de los ruidos diarios. Si por motivos de trabajo no es posible tomarte estas pausas es recomendable el uso temporal de tapones.
5- Hay que tener especial cuidado con los niños que están apuntados a bandas infantiles, sus oídos podrían sufrir daños dependiendo del instrumento tocado o de los que tengan a su alrededor.
6- Finalmente, mantente alerta a las señales que nos indican que podríamos estar perdiendo audición: si notamos que últimamente nos cuesta escuchar sonidos agudos (como un despertador o el teléfono), entender a la gente que nos habla por el móvil o tenemos dificultades para seguir conversaciones en lugares ruidosos es recomendable que acudamos al médico.