El efecto Doppler consiste en la variación de la longitud de onda de la radiación electromagnética o de cualquier tipo de onda emitida por un objeto en movimiento. Si el objeto de aleja, su luz se desplaza a longitudes de onda más largas, desplazándose hacia el rojo. Si el objeto se acerca, su luz presenta una longitud de onda más corta, desplazándose hacia el azul.
Hay ciertos ejemplos cotidianos de efecto Doppler en los que la velocidad a la que se mueve el objeto que emite las ondas es comparable a la velocidad de propagación de esas ondas.
Un día cualquiera vamos andando por la calle y de pronto oímos como a lo lejos se aproxima un camión de bomberos. Su sonido es característico y fácilmente podemos averiguar por donde viene. Pero sorprendentemente, al pasar junto a nosotros el tono del sonido de la sirena del camión pasa a tener una tonalidad ligeramente más grave, pero notablemente apreciable.
Lo que sucede es que, el camión de bomberos cuando se dirige hacia nuestra posición, al ir a una velocidad relativamente significante respecto a la velocidad del sonido, hace que desde nuestro punto de referencia ese sonido se aprecie a una frecuencia mayor que si el camión de bomberos estuviera quieto. Dicho de un modo más burdo, la onda sonora que nos llega a nosotros es una versión comprimida espacialmente de la misma, lo cual le hace tener una frecuencia mayor que lo que percibiríamos si el camión de bomberos estuviera parado. Del mismo modo, cuando supera nuestra posición, comenzando a alejarse, hace que desde nuestro punto de referencia ese sonido se aprecie a una frecuencia menor que en caso anterior. En este caso, la onda sonora que nos llega es una versión extendida de la misma, lo que le hace tener una frecuencia menor.
Teniendo en cuenta que el oído humano interpreta las distintas frecuencias como distintas tonalidades de sonido, siendo las frecuencias más altas los sonidos más agudos y las frecuencias más bajas los sonidos más graves, llegamos a la explicación de por qué los objetos en movimiento «suenan» ligeramente distintos cuando se acercan hacia nosotros que cuando se alejan.