Es algo que siempre nos sorprende y es muy incómodo, incluso doloroso a veces.
Los oídos se taponan debido a un cambio brusco de presión entre la parte interna y externa del tímpano, y el responsable de equiparar esa diferencia de presión es la trompa de Eustaquio. Cuando subimos una montaña, o volamos en avión, como la presión externa es menor que la interna, el tímpano se abomba hacia fuera, en cambio, cuando buceamos por ejemplo, la presión externa es mucho mayor que la interna, y el tímpano se abomba hacia dentro.
Cuando estás resfriado, la trompa de Eustaquio está bloqueada, no puede equilibrar el aire dentro de la misma. Si la presión de tu oído interno no se regula bien por el bloqueo, tu tímpano sufrirá y cualquier sonido te hará daño.